En esta época del año comienza ya el sprint prenavideño. Es un periodo que se presta mucho más a lo emocional, a tocar la fibra sensible de las personas. Estamos más receptivos a todo lo que tiene que ver con los sentimientos y la solidaridad. Por eso, es un momento muy apropiado para tratar de buscar apoyos para causas sociales. Muchas ONG se acercan a nosotros para invitarnos a colaborar. Puede ser a través de la participación en alguna campaña o acción benéfica, comprando algún tipo de producto solidario o, simplemente, mediante un donativo económico.
Si nos pillan con el corazón blandito podemos decir sí a la primera de cambio, casi sin dudarlo se activa nuestro mecanismo de la generosidad. Pero es bueno refrenar ese primer impulso y dedicar un poco de tiempo a analizar primero las propuestas o peticiones que hemos recibido. Vale la pena estar seguros de que quienes las remiten son organizaciones merecedoras de nuestra confianza.
Sello Dona Con Confianza = ONG verificada
Lo más sencillo es comprobar si tiene el sello Dona Con Confianza de Fundación Lealtad, pues eso quiere decir que nosotros hemos hecho ya ese trabajo de investigación por ti. Y mucho más en profundidad, en realidad. Si se trata de una ONG Acreditada, en nuestra web podrás conocer en tan solo dos minutos toda la información relevante sobre ella. Y por supuesto, tendrás la certeza de que cumple con los 9 Principios de Transparencia y Buenas Prácticas.
Pero, ¿qué ocurre si no tiene Sello? ¿Qué debemos tener en cuenta para valorar si la entidad actúa con seriedad y rigor?
¿Qué mínimos debes comprobar antes de donar?
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Entidad legalmente constituida
Es decir, tiene que tener un CIF, código de identificación fiscal, que en el caso de las organizaciones no lucrativas comienza por 'G' y si es una entidad religiosa por 'R'. Normalmente, esta información suele aparecer en el aviso legal de la página web.
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Misión clara y memoria de actividades disponible
En la web debe aparecer cómo surge la iniciativa y con qué fin se creó la organización. Debe detallar a qué se dedica, qué tipo de actividades realiza, para qué colectivos y dónde y cómo está trabajando. Por ejemplo, puede ser enviando dinero a socios locales, con centros o delegaciones propias, con personal remunerado o con voluntariado. No basta con fotos bonitas, necesitamos cerciorarnos de que realmente desempeñan una actividad, y que dan cuenta de ella.
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Quién está detrás
La web debe informar de quién está detrás de la entidad, detallando el nombre de las personas que forman parte del órgano de gobierno (patronato en las fundaciones, junta directiva en las asociaciones). También es importante que especifique si la organización tiene alguna relación de tipo político, religioso, familiar o empresarial, por ejemplo.
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Cuentas claras
Este es uno de los aspectos que, tal vez, no esté de primeras a la vista pero conviene buscar. Puedes tratar de encontrarlo en los apartados ‘Sobre nosotros’, ‘Quiénes somos’ o, si la hubiera, en una sección específica de ‘Transparencia’. Quizás no tengas el conocimiento para analizar unas cuentas, pero si su memoria económica está publicada en la web, ya es en sí mismo un acto de transparencia. Y si la web además especifica la distribución entre los gastos que se destinan a misión, captación y administración, y la distribución entre las diferentes fuentes de ingresos, ya es para nota.
¿Qué indicios deberían hacerte desconfiar?
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Transparencia 'de boquilla'
En algunas webs podemos leer declaraciones de intenciones respecto a la transparencia, pero luego no encontramos una sección específica sobre ello. O si la hay, incluso puede llegar a estar vacía. Lo mejor es predicar con hechos, no con etiquetas.
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Mucha foto y poco dato
Las imágenes son un complemento perfecto para ilustrar la información. Pero nunca deben sustituirla. Es fácil llenarnos la vista con fotos atractivas o emotivas, pero necesitamos certezas. Y estas se consiguen con datos, con resultados.
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Noticias en web y redes sociales desactualizadas
Es raro que una ONG que está en plena actividad no difunda sus actividades a través de sus propios canales de comunicación. Lo mismo podríamos decir si ves que mantienen una gran actualización pero en realidad no cuentan nada de sí mismos.
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Exceso de personalismo
A menudo los problemas han surgido de iniciativas destinadas a ayudar a una sola persona en situación de extrema gravedad. Desconfía de estos llamamientos.
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Web sin ‘Aviso legal’ ni ‘Política de privacidad’
Como mínimo, puede estar incumpliendo la normativa de protección de datos, pero además puede ser que no esté legalmente constituida.
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Sin forma de contacto
Lo normal es que la entidad tenga un domicilio social y unos datos de contacto. Estos se ponen a disposición de todas aquellas personas interesadas en su actividad. Si no nos facilitan una vía de comunicación, como poco es extraño.
Un par de apuntes más. Mejor huir de llamamientos desgarradores. Un exceso de dramatismo puede restar autenticidad a la propuesta. Y si vas a donar a través de Internet, asegúrate de que la web cuenta con una pasarela de pago segura, del mismo modo que lo haces con tus compras online.
Evitar el fraude
En la memoria colectiva podemos recordar algunas iniciativas de personas que, abusando de la bondad de los demás, llegaron a inventarse enfermedades raras y a captar fondos de forma fraudulenta. Supuestamente para la investigación, o para sufragar tratamientos experimentales. Pero el dinero recaudado tuvo otro destino que nada tenía que ver… hasta que alguien destapó la mentira. Por suerte, son casos aislados. Pero igualmente, siempre es recomendable indagar antes de donar nuestro dinero.
Hoy día, Internet juega a nuestro favor en este sentido. Es muy sencillo googlear a la ONG para tener una primera impresión sobre ella, y profundizar un poco más a través de su propia web y sus redes sociales.
Siguiendo estos consejos será fácil elegir con éxito con qué proyecto, campaña u organización vamos a querer colaborar. En Navidad y, por supuesto, en cualquier momento del año.