Una red global por la confianza en las ONG
Durante la apertura de la conferencia, Ana Benavides, nuestra directora general de Fundación Lealtad y también presidenta de CMW, intervino para recordar los principios que sustentan la labor de CMW. Esta red, que agrupa a 18 organizaciones de 18 países en cuatro continentes, tiene como misión fomentar la confianza de la sociedad en las organizaciones no lucrativas a través de estándares comunes de evaluación, análisis objetivos e información accesible para donantes, empresas, administraciones públicas y medios. Desde su fundación en 1958 en Países Bajos, CMW ha evolucionado hasta convertirse en un referente mundial en el ámbito del análisis y evaluación de las ONG. Para orientar el trabajo de sus miembros, la red ha establecido tres grupos de principios fundamentales que permiten:
- Establecer estándares para ONG confiables, centrados en la utilidad pública, la buena gobernanza, la integridad, la eficiencia y la transparencia.
- Evaluar con criterios homogéneos y rigurosos, asegurando un análisis objetivo e independiente con procesos documentados.
- Informar del resultado de la evaluación de forma clara y útil para la sociedad, promoviendo una cultura de “donación informada”.
Diversidad de modelos, mismo objetivo: la confianza
Uno de los momentos más enriquecedores de la conferencia fue la mesa redonda moderada por España sobre “Evaluadores de ONG en el mundo: tradición, innovación y tendencias”, donde diferentes miembros de CMW compartimos cómo adaptamos los modelos de análisis al contexto de cada país:
- Países Bajos (CBF): con 100 años de historia, CBF ha desarrollado un modelo de autorregulación basado en la colaboración entre tres actores diferenciados: una red de ONG que fomenta el trabajo conjunto, un comité independiente que define los principios de una organización confiable, y el propio CBF como entidad evaluadora. Esta separación garantiza la independencia del sistema. Además, el reconocimiento del sello CBF por parte de las instituciones financieras ha hecho que se considere un elemento que reduce los riesgos en materia de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo. Gracias a su acceso a grandes volúmenes de datos, también colabora con universidades en estudios sobre el Tercer Sector.
- Estados Unidos (BBB Wise Giving Alliance): también denominada give.org, demostró cómo la innovación tecnológica puede mejorar la eficiencia sin perder el juicio crítico del evaluador, teniendo en cuenta que es una organización que ofrece información sobre unas 1.500 ONG. Utiliza plataformas digitales para las fases iniciales que procesan el formulario 990 y el cuestionario completado por las ONG, después intervienen los analistas para la evaluación de la documentación más compleja como pueden ser las auditorías o los materiales de comunicación. Subrayaron que es la revisión experta – “el ojo entrenado”- la que permite detectar inconsistencias, valorar matices y hacer las preguntas adecuadas sobre el uso de fondos y la transparencia real.
- Francia (Don Confiance): ha consolidado un modelo basado en más de 120 voluntarios independientes que realizan las evaluaciones. Son personas, en la mayoría de los casos jubiladas, que han sido directivos de grandes empresas o con experiencia en auditoría, derecho y finanzas, etc. Esta estructura garantiza imparcialidad y escalabilidad a bajo coste, siendo altamente valorada por su transparencia. El gran reto: mantener el compromiso, la formación y la renovación de ese capital humano voluntario, esencial para la sostenibilidad del sistema.
- Burkina Faso (ABF): ilustró los enormes desafíos que enfrentan las organizaciones de la sociedad civil en contextos de escasa confianza pública. Muchas veces, las ONG son percibidas como entidades politizadas o poco transparentes, lo que dificulta tanto su legitimidad como su capacidad para recaudar fondos. ABF trabaja para fortalecer capacidades locales y está desarrollando un modelo de evaluación adaptado a su realidad, con el objetivo de fomentar una filantropía local e independiente, que no dependa exclusivamente de fondos internacionales.
Filantropía local: una oportunidad para el cambio social
Precisamente por el caso de Burkina Faso, la mesa también puso el foco en la necesidad de impulsar la filantropía local como herramienta transformadora, especialmente en contextos con limitaciones económicas o desconfianza hacia el Tercer Sector.
La pandemia de la COVID-19 evidenció esta urgencia al reducir significativamente la financiación externa. Esta situación se ha visto acentuada por recortes en fondos procedentes de agencias internacionales como USAID, lo que subraya aún más la necesidad de contar con sistemas locales sólidos que generen confianza. Frente a este escenario, los participantes coincidieron en la importancia de establecer sistemas de certificación que generen confianza, así como de adaptar buenas prácticas internacionales a los entornos locales, promoviendo la colaboración entre distintos actores sociales.
Evaluar para confiar, confiar para colaborar
Nuestra experiencia en Estocolmo nos confirma que, pese a las diferencias culturales, legales y económicas, la confianza es el denominador común. La evaluación de ONG no es un fin en sí mismo, sino una herramienta al servicio de la ciudadanía para asegurar que su apoyo a las organizaciones se traduce en impacto real.
Desde Fundación Lealtad, seguiremos trabajando con nuestros socios de CMW para promover estándares compartidos, apoyar la profesionalización del sector y fomentar una sociedad más comprometida y mejor informada. Porque una ONG transparente es una ONG que inspira confianza. Y una sociedad que confía, es una sociedad que colabora.
Puedes encontrar todos los materiales de la conferencia anual de CMW aquí.