Amigos de los mayores_Mayores en verano_
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Mayores solos, para ellos también es verano

Estamos en pleno verano y muchas personas están, o en breve estarán, disfrutando de sus vacaciones. Pero para muchos mayores el verano no es precisamente la mejor época del año. Con el calor y las ciudades más vacías crece la sensación de soledad. Hemos hablado con tres ONG Acreditadas que también en verano acompañan a los mayores.

En verano los barrios se vacían, en el portal hay menos movimiento que de costumbre. Y algunas personas mayores que no pueden moverse de sus casas acusan especialmente en esta época la soledad no deseada. Los familiares cercanos no están en la ciudad. El médico y la enfermera de confianza se van y vienen los suplentes. Los comercios de proximidad, que son para muchos mayores una conexión social importante, aprovechan para descansar unos días. Y tampoco se encuentran con los vecinos que el resto del año quizá les dan un poco de conversación.

A todo eso hay que sumar las altas temperaturas, especialmente peligrosas para las personas de más edad. Los que pueden salir a dar un paseíto por los alrededores tienen que dejar de hacerlo por el calor. Hay entidades del Tercer Sector con el sello Dona con Confianza empeñadas en mejorar la vida de este colectivo, brindándoles compañía, atenciones y actividades que enriquecen su existencia. También en verano. 

Grandes Amigos: acompañamiento afectivo y socialización

Grandes Amigos es una fundación que acompaña a más de 2.000 personas mayores en riesgo o situación de soledad en toda España. Actualmente tiene presencia en Madrid, Galicia, Euskadi, Cantabria, Extremadura y Comunidad Valenciana. Desarrolla diferentes programas de acompañamiento afectivo y socialización, tanto presencial como telefónico. Uno de ellos es el de Vacaciones de Verano, que ofrece a los mayores la posibilidad de hacer una escapada adaptada a su situación de vulnerabilidad. 

Escapadas gratuitas de uno o dos días a espacios naturales

Son salidas de un fin de semana, o de un día, en grupos pequeños de 10 a 15 mayores y otros tantos voluntarios, totalmente gratuitas. Les llevan a la sierra, a espacios naturales donde las temperaturas son más frescas. Allí conocen a otros voluntarios y a otros mayores, hablan con gente y viven una experiencia muy gratificante. “En 2023, 100 personas disfrutaron de estas minivacaciones, y en 2024 serán 120. Cada año lanzamos una campaña de crowdfunding para recaudar fondos que nos ayuden a financiarlo. Intentamos que la sociedad se sensibilice con la soledad de los mayores en verano”, explica José Ángel Palacios, coordinador de Comunicación y Fundraising de Grandes Amigos.

María Luisa tiene 80 años y el verano pasado estuvo un fin de semana en Navacerrada (Madrid) gracias a este programa. Asegura que se habría quedado más tiempo. La temperatura era agradable, la comida estaba buena, y pudo relacionarse con gente y hacer algo diferente. “Se agradece mucho poder romper la rutina, es muy necesario para alguien como yo, que estoy inválida y si no, no podría hacer algo así”, explica. 

Amigos de los Mayores, visitas individuales y actividades grupales

Amigos de los Mayores es otra fundación que ofrece acompañamiento emocional en domicilios, residencias y hospitales. Está presente en Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Aragón y en la provincia de Sevilla y atiende a unas 3.000 personas mayores. Durante todo el año organizan salidas, tertulias, excursiones y talleres, y en verano tienen una programación especial adicional. Por ejemplo, encuentros de proximidad en una cafetería cercana donde tomar un helado o un granizado con otros mayores y/o voluntarios del barrio. O salidas de un día a lugares próximos, a la costa, o a un espacio natural, o a un pueblo cercano. 

Minivacaciones de dos a cinco noches en lugares cercanos

También cuentan con el programa Vacaciones Amigas, con estancias de dos a cinco noches en lugares próximos. Los beneficiarios tienen que abonar una cantidad simbólica a modo de compromiso. Se pretende evitar que alguien se apunte y al final no vaya, dejando una plaza desierta que no pueda aprovechar otra persona. Tanto el año pasado como este el programa cuenta con 150 plazas. “A las salidas no van normalmente con su voluntario habitual. La idea es que socialicen con otros voluntarios y otras personas mayores para que amplíen su red de relaciones. Se trata de darles la oportunidad de vivir una experiencia grupal, de crear conexiones y hacer algo diferente en verano”, comenta Albert Quiles, director de Amigos de los Mayores. 

Una de las personas que pudo disfrutarlo el pasado verano es Rosa Ciuró, que tiene 91 años y vive en Barcelona. “Estuvimos cinco días en una casa en medio del bosque con todas las comodidades. Nos trataron muy bien. Íbamos a pasear, pintamos abanicos, un chico tocaba la guitarra y hubo varias actuaciones para entretenernos. Las voluntarias son muy lindas, y es agradable conocer a gente nueva, aunque no sean amistades profundas o duraderas”, recuerda. Este año, repite.

Nadiesolo, visitas que enriquecen la vida, en verano y en invierno

Nadiesolo es una fundación que desarrolla programas de voluntariado de acompañamiento a todo tipo de personas vulnerables y en riesgo de exclusión. Entre ellas, las personas mayores. Van a hogares, a residencias, hospitales, albergues municipales, y su radio de acción es la Comunidad de Madrid. Teresa García es la directora del programa de Acompañamiento en Domicilio, que durante 2023 atendió a cerca de 700 personas. “Nuestros voluntarios pasan un par de horas con ellos. En ese tiempo charlan con ellos en casa, se pintan las uñas, salen a pasear, a hacer una pequeña compra, al médico, a visitar algún lugar que les guste… Al fin y al cabo, es como la visita de un buen vecino”, indica. 

En su caso, las actividades son las mismas todo el año, en verano y en invierno. Durante el año organizan dos salidas grupales. Les llevan a comer fuera, a disfrutar de un plan diferente, un concierto, una actuación de magia… Generan esos eventos especialmente para ellos en lugares adecuados. Van de la mano de su voluntario, conocen también a otros mayores y viven momentos felices. “El Pardo (Madrid) les gusta mucho. Darse un paseíto, que les dé el sol, les da la vida. Esto les ayuda a no aislarse, a no perder las habilidades sociales. Pero no podemos hacerlo en verano porque hace demasiado calor para ellos y no lo aguantan bien”, añade Teresa. 

Relación mayor/voluntario, mucho más que una buena acción

Las tres entidades coinciden en que entre el mayor acompañado y el voluntario se generan conexiones y relaciones profundas. Se crea un vínculo de amistad que va mucho más allá de una buena acción. Por eso, cuando su voluntario en verano se va de vacaciones, la mayoría de los mayores prefieren esperar a que vuelva, no quieren que le sustituya otra persona. Y lo que hacen los voluntarios es llamarles por teléfono y mantener la relación por vía telefónica hasta su regreso.

El perfil medio de persona a la que atienden es un mayor de más de 80 años que vive solo en su domicilio, con recursos limitados y una situación social y emocional vulnerable. Tiene alguna enfermedad crónica, movilidad limitada y algún grado de dependencia. Normalmente, llegan hasta las ONG a través de los servicios sociales, los servicios de salud o por el boca a boca. En cuanto a los voluntarios, son en su mayoría personas jubiladas o prejubiladas, o mujeres con hijos ya mayores y una estabilidad familiar y económica. También hay algunos estudiantes, y las relaciones intergeneracionales que se crean son muy enriquecedoras. Aunque son experiencias más breves porque no pueden comprometerse a largo plazo. 

Una labor con un valor social incalculable

El trabajo que realizan estas organizaciones a través de sus voluntarios es de un valor incalculable. Nos cuentan las ONG que cuando empiezan a recibir las visitas de los voluntarios, la mejoría que se aprecia en los mayores es increíble. No solo en el ánimo, también en la salud, porque empiezan a salir de paseo, se sienten parte de la sociedad, pueden hablar con gente, encuentran un amigo. Por eso, es importante apoyar su labor con nuestras donaciones. Para que puedan seguir mejorando la calidad de vida de tantos mayores que viven solos. No solo en verano, sino todo el año.

 

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