Con motivo del Día Internacional de la Mujer, queremos destacar a mujeres emprendedoras que han fundado y lideran sus propias ONG. Cada una de ellas ha transformado su vida profesional para dedicarse a mejorar la de los demás. A través de su trabajo, han convertido su vocación en una misión de vida, demostrando que el emprendimiento social es una herramienta clave para el cambio.
Historias de mujeres que transforman vidas
En este artículo conoceremos las historias de:
- María Guerrero, fundadora y presidenta de Acción por la Música
- Silvia Moroder, fundadora y presidenta de Fundación ANAR
- Ana Sendagorta, fundadora y presidenta de Fundación Pablo Horstmann
- Soledad Herreros de Tejada, presidenta de Fundación Prodis
- Mª Nieves Martínez, presidenta y directora de Fundación SOYCOMOTÚ
- Silvia Flórez, fundadora y presidenta de Fundación Vipeika
- María José Gimeno, fundadora y CEO de Mamás en Acción
Sus testimonios reflejan el impacto del liderazgo femenino en el Tercer Sector y la importancia del emprendimiento social para transformar vidas.
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María Guerrero (Madrid, 1983)
Fundadora y presidenta de Acción por la Música
María estudió Derecho y Administración y Dirección de Empresas en ICADE (y después dos posgrados de Liderazgo). Pero dejó su carrera como abogada para hacer realidad un sueño que partía de su convicción del poder transformador de la música. Hoy se dedica a ofrecer a niños y jóvenes la posibilidad de ser parte de una orquesta, como espacio de inclusión que promueve la emancipación y la justicia social.
FL.- ¿Te ha costado más abrir camino para tu ONG por el hecho de que su misión se sale de los estándares de otro tipo de organizaciones sociales?
MG.- Emprender un proyecto innovador como Acción por la Música ha sido un desafío. La intervención social a través de la música no era reconocida como herramienta esencial para el desarrollo humano y social. Tuvimos que romper paradigmas y visibilizar que cualquier lucha contra la pobreza debe considerar la realización profunda de las personas. Esto implicó apostar por una visión humana integral, un enfoque de impacto medible y la construcción de alianzas estratégicas. Aunque complejo, este camino nos ha permitido ocupar un espacio único. Y demostrar que la innovación social puede cambiar vidas y conectar sectores en torno a una misión transformadora.
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Silvia Moroder
Fundadora y Presidenta de Fundación ANAR
En el año 1970, Silvia tuvo conocimiento de un caso de cinco hermanos, la mayor con tan solo ocho años, que habían sido abandonados, y su historia le conmovió enormemente. Decidió abrir un piso con educadoras para acogerles y cubrir sus necesidades básicas y de afecto. Ver sus caras felices la llevó a abrir más hogares de acogida en Madrid. Años más tarde, conoció la existencia de dos teléfonos que se habían creado en Europa para atender a menores vulnerables. Y en 1994 lanzó el Teléfono ANAR para prestar ayuda a los niños y adolescentes en situaciones de riesgo. Un proyecto que, considera, implicaba una gran responsabilidad.
FL.- Mostráis unas cifras de niños en situaciones de riesgo realmente alarmantes. En tu opinión, ¿hay más casos ahora, o es que se visibilizan y denuncian más?
SM.- En estos 30 años el Teléfono ANAR ha atendido a más de 327.600 niños y adolescentes. Desde el primer momento tuvimos muchísimas llamadas que con los años fueron creciendo. El año pasado atendimos a 18.348 menores, y fueron necesarias más de 286.500 llamadas para resolver los casos. Es preocupante no sólo el número de llamadas, sino la gravedad de las mismas, las situaciones de alto riesgo en la que muchos se encuentran cuando hablan con nosotros. Nuestra labor se ha hecho especialmente visible gracias a la creación del Centros de Estudios e Investigación ANAR, que recoge la voz de los niños, niñas y adolescentes y lo que ellos nos dicen. Esto nos permite elaborar informes y estudios que reflejan la realidad que padecen en nuestro país.
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Ana Sendagorta (Madrid, 1962)
Fundadora y presidenta de Fundación Pablo Horstmann
Ana se licenció en Medicina y Cirugía y se especializó en Oftalmología. Como oftalmóloga dio sus primeros pasos en cooperación, que le permitieron conocer la dramática realidad y pobreza extrema de miles de niños y sus familias en Kenia. Sintió la responsabilidad y la necesidad de hacer algo para aliviar su sufrimiento. Su cuarto hijo, Pablo, falleció poco después en un accidente, y con su marido decidió honrar su memoria creando una fundación para atender a niños vulnerables en África. Se centraron en crear escuelas, hospitales y casas de acogida para darles educación, asistencia sanitaria y nutrición.
FL.- ¿Cómo han vivido el resto de vuestros hijos el proyecto de la Fundación? ¿Se han implicado de algún modo en él?
AS.- Los cuatro hermanos de Pablo han vivido el desarrollo de la Fundación como algo muy suyo y de lo que se sentían orgullosos. Han sido voluntarios en Madrid en los programas de acompañamiento a niños ingresados en hospitales. Se implicaron en la integración de niños discapacitados en nuestro ocio familiar cada fin de semana. Han colaborado en la organización de eventos siempre que han podido, han visitado nuestros proyectos en Kenia y Etiopía… Están muy sensibilizados, y ahora Leticia se ha incorporado a trabajar en la sede para ir asumiendo la gestión y poder sustituirme en el futuro.
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Soledad Herreros de Tejada (Madrid, 1956)
Presidenta de Fundación Prodis y Fundación CEE Prodis
Soledad se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. A finales de los 90 formaba parte de un grupo de padres de niños con discapacidad intelectual del Colegio de Educación Especial María Corredentora de Madrid. Este grupo decidió crear una fundación para cubrir las necesidades futuras de estos niños y apoyarles en su camino hacia la edad adulta. Así nació Prodis en 2000. Desde entonces ha desarrollado diversos programas, ayudando a más de 500 jóvenes y a sus familias desde la personalización y el acompañamiento individual.
FL.- Estáis celebrando 25 años de Prodis. ¿Qué balance personal haces de este periodo? ¿Es Prodis hoy como te lo imaginaste cuando se creó?
SHT.- Hace 25 años era difícil imaginar en lo que se ha convertido Prodis. Comenzamos poco a poco, operando desde el propio colegio, tardamos 11 años en inaugurar nuestra sede actual. Han sido años de intenso trabajo y enorme ilusión. Y también de algunas preocupaciones, derivadas de la responsabilidad y compromiso que, como entidad, adquieres con las personas a las que atiendes. Pero nos hemos encontrado con muchas personas buenas, y hemos recibido apoyo y ayuda de numerosas organizaciones. 25 años después seguimos pensando en el futuro, y en cómo seguir acompañando a las personas con discapacidad intelectual en todas las etapas de su vida. Esto incluye, por supuesto, el envejecimiento y la vida independiente.
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Mª Nieves Martínez (La Gineta, Albacete, 1960)
Presidenta y directora de Fundación SOYCOMOTÚ
Mª Nieves es doctora en Psicología y especialista en Psicología Clínica. Ha tratado los estigmas asociados a problemas de salud mental en adolescentes, y los ha vivido también como madre de dos hijos con autismo. En 2011 viajó a India con la Fundación Vicente Ferrer. Conocer la labor que estaban realizando fue para ella una inspiración para activar su vocación social y crear SOYCOMOTÚ, en 2013, para luchar contra los estigmas de la salud mental. El camino ha sido muy gratificante, ilusionante y duro a la vez, acompañada por sus tres hijos y un equipo técnico y de voluntarios para, entre todos, derribar prejuicios.
FL.- ¿La salud mental entiende de género?
MNM.- La salud mental está atravesada por las normas de género, pues la educación y los roles que se transmiten de padres/madres a hijos e hijas son distintos. Hay diferentes normas sociales, en función de si eres hombre o mujer, y consecuencia de ello es la mayor presión social y estrés que sufrimos las mujeres. Esto hace que un 60% de mujeres tengan problemas de salud mental, frente a un 40% de hombres. Y no es que seamos más débiles o más sensibles, esto son solo etiquetas que nos estigmatizan. Es que soportamos una carga mayor de responsabilidades y exigencias que nos llevan al agotamiento, a la ansiedad y a la depresión. Por eso hablamos del doble estigma: el primero por ser mujer, y el segundo, cuando se suman los problemas de salud mental. Es importante educar en igualdad y sensibilizar a la ciudadanía para ir debilitando las estructuras que mantienen este doble estigma y la violencia de género.
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Silvia Flórez (Madrid, 1963)
Fundadora y presidenta de Fundación Vipeika
Silvia estudió un grado superior en Artes Plásticas y Diseño de Interiores. La experiencia de pasar por un cáncer de mama, y el hecho de superarlo, le hizo sentir un especial agradecimiento por todo lo que era y tenía, y encontrar su verdadero propósito de vida. Decidió crear la Fundación Vipeika para “dar luz a los que viven en la oscuridad”. Esta ONG de cooperación al desarrollo se dedica a mejorar la vida de niños y jóvenes de Kenia en situación de pobreza extrema.
FL.- Las personas que pasan por una enfermedad grave suelen vincularse a entidades relacionadas con esa enfermedad, pero no en tu caso. ¿Por qué África, la educación y la infancia?
SF.- Porque en la vida pocas cosas son elegidas. Yo estaba en esa búsqueda y la vida me puso delante a unas personas que me hablaron de un lugar con unos niños que vivían en la oscuridad absoluta. Sin agua, sin alimentos, sin educación, sin futuro. Fui a conocer el lugar. Un misionero me explicó que los niños que no se alimentan sufren graves secuelas físicas e intelectuales y no pueden aprender nada en el futuro. “Son generaciones perdidas”, me dijo. Esa frase cambió mi vida para siempre. Y eso hizo que mi fundación naciera con la misión de alimentar en lo físico y en lo intelectual a niños que viven en zonas de hambruna en el mundo.
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María José Gimeno (Valencia, 1978)
Fundadora y CEO de Mamás en Acción
María José se formó en Marketing. Tenía un puesto de dirección en una gran organización, con un estupendo horario de 8:00 a 15:00 horas que le permitía cuidar a su hijo pequeño. Un día, en una visita casual a un hospital descubrió a un niño que estaba ingresado y se encontraba solo, y esto le impactó. Se ofreció al hospital para acompañarle como voluntaria, pero le dijeron que no podía hacerlo de forma individual. Buscó alguna entidad que se dedicara a ello y no la encontró. Y decidió, con otras cuatro amigas, crear una asociación que acompañara a esos niños hospitalizados que están solos.
FL.- Sois una organización basada en el voluntariado de madre, padres y todo tipo de personas. ¿Cómo estáis gestionando las expectativas de quienes quieren colaborar con vosotros?:
MJG.- Efectivamente, cualquier persona, de cualquier edad y condición, capaz de dar cariño gratis en el hospital, es bienvenido en Mamás en Acción. Creamos comunidades de voluntarios muy grandes para poder acompañar a todos los niños que tengamos en cada momento, que nunca sabemos cuántos van a ser. Cubrimos las 24 horas del día en turnos, los 365 días del año, para no dejar a ningún niño solo. Estoy convencida que todos tenemos algo que dar. A veces es dinero, a veces es tiempo, talento o experiencia. Y siempre podemos donar nuestra voz para denunciar situaciones indignas o injusticias que no deberían darse. Todo es necesario para que el trabajo de quienes creemos en un mundo un poquito mejor salga adelante. Gracias de corazón a todos los que donan lo que no se puede comprar: su cariño. Y lo que nadie les podrá devolver jamás: su tiempo.
Gracias al esfuerzo de estas mujeres, miles de personas en situación de vulnerabilidad reciben apoyo, esperanza y nuevas oportunidades.
Para contribuir al cambio, podemos compartir sus historias, colaborar con ONG como voluntarios o donantes y apoyar iniciativas que fomenten el impacto social.
El cambio es posible cuando hay personas dispuestas a actuar. Y estas mujeres demuestran, cada día, que un mundo mejor no solo es necesario, sino que ya se está construyendo.
Para profundizar en la evolución del liderazgo femenino en las ONG, puedes leer nuestro estudio «La presencia femenina en el Tercer Sector» y también consultar la nota de prensa elaborada.